(Tomás de Aquino expone que la escritura es una técnica impropia de ser empleada por los grandes maestros de la humanidad)

“¿Debió Cristo exponer su doctrina por escrito? … Solución. Hay que decir: fue conveniente que Cristo no consignase por escrito su doctrina. Primero por su propia dignidad. A más excelente doctor corresponde más excelente modo de enseñar. Y, por eso, a Cristo, como doctor supremo, le competía este modo, para que imprimiese su doctrina en los corazones de los oyentes. Esta es la razón de que en Mt 7, 29 [se diga] que los enseñaba como quien tiene autoridad. Por esto, también entre los gentiles, Pitágoras y Sócrates, que fueron doctores excepcionales, no quisieron escribir nada … Si pues, Cristo hubiera consignado su doctrina por escrito, los hombres hubiesen pensado que no tenía otra más alta que la escrita …”.


Tomás de Aquino, Suma Teológica, Tercera parte, Cuestión 42, Artículo 4.

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